Ya es verano, y eso significa que suben las temperaturas, hacemos más actividades al aire libre y consumimos más bebidas en envases individuales, como los pequeños briks de zumo. Por tanto, surge la pregunta: ¿dónde lo depositamos?
El brik es un envase multicapa que combina cartón, plástico y una fina capa de aluminio. Esta mezcla de materiales permite conservar el contenido en buenas condiciones durante mucho tiempo. Sin embargo, su aspecto puede generar confusión a la hora de desecharlo.
Por eso, te queremos ayudar: el brik se deposita en el contenedor amarillo, junto con latas y envases ligeros. A pesar de estar compuesto por varios materiales, su diseño está pensado para ser tratado y reciclado en las plantas especializadas. Gracias a procesos avanzados de separación, cada uno de sus componentes puede ser recuperado y reincorporado a nuevos ciclos productivos.
¿Por qué es importante?
Gestionar adecuadamente los residuos no es solo una cuestión técnica, sino educativa. Saber dónde va cada residuo, especialmente aquellos que generan dudas, como los briks, es necesario para avanzar hacia una economía circular y un modelo de consumo más sostenible.
No cometas el error más habitual, no tires estos envases al contenedor de papel, por su apariencia de cartón. Porque contaminas el flujo de reciclaje y perjudica su calidad, lo que dificulta su aprovechamiento.
La gestión adecuada de los residuos empieza en casa, con gestos cotidianos como saber dónde va ese pequeño brik de zumo.
Desde Mirada Circular, queremos que te cuestiones y te asegures de saber dónde va cada residuo. Con cada gesto, podemos contribuir a una correcta separación de nuestros desechos.