Desde 2024, las botellas de plástico y los briks llevan el tapón unido al cuello del envase. Aunque para muchos consumidores haya sido un cambio incómodo, esta modificación viene de la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados.
La normativa europea obliga a que todos los tapones de plástico de bebidas de hasta 3 litros estén diseñados para estar unidos a la botella. ¿Por qué? Porque los tapones, al ser pequeños, no se depositaban correctamente, entorpecían el proceso de reciclado y muchas veces terminaban en espacios naturales.
También, responde a una necesidad: evitar los microplásticos en la naturaleza, mejorar la eficiencia de las plantas de reciclaje y aumentar la tasa de recuperación de estos materiales.
Adaptarnos a estos cambios es una forma de asumir nuestra corresponsabilidad como ciudadanos y ciudadanas y de entender que la sostenibilidad también pasa por el ecodiseño.
Así que RECUERDA: NO QUITES EL TAPÓN y cuando acabes tu bebida, deposita la botella completa al contenedor amarillo. Así ayudamos a que los materiales plásticos se reintroduzcan y tengan una segunda vida.