En 2024, el 49% de hogares españoles tienen mascotas, es decir la mitad de población. Aunque la comida seca sea lo habitual, también nos podemos encontrar con latas de comida húmeda y seguro que más de una vez te has preguntado qué hacer con estas una vez han sido devoradas por tu mascota. Es una duda muy común… pero tiene una respuesta muy sencilla.
🟡 Sí, van al contenedor amarillo.
Aunque no lo parezca a primera vista, estas latas son envases metálicos, igual que una lata de refresco o una conserva de atún. Y como cualquier envase metálico, debe depositarse correctamente para que puedan convertirse en un recurso útil.
Cuando tu compañero peludo termine de comer, solo tienes que vaciar bien la lata (no hace falta lavarla, con que no queden restos es suficiente) y depositarla en el amarillo, como cualquier otro envase metálico. Da igual que queden manchas.
♻️ ¿Por qué es importante hacerlo bien?
Porque el metal es un material con una gran capacidad de reutilización, tiene infinitas vidas. Al separarlo correctamente, podemos transformarlo en nuevos productos: desde bicicletas hasta herramientas, mobiliario urbano o incluso una nueva lata. Cada envase bien separado reduce el uso de materias primas, el consumo de energía y la contaminación.
A veces no separamos bien ciertos residuos no por descuido, sino por puro desconocimiento. Por eso es clave informarse, preguntar, aprender… y desde Mirada Circular queremos ayudarte a resolver esas dudas del día a día que pueden marcar la diferencia. Porque reciclar bien empieza por saber qué va en cada contenedor… incluso cuando hablamos de la comida de nuestros peludos 🐈.